miércoles, 27 de enero de 2016

Pon en mi pecho, niña, pon tu mano... (Heine)

Pon en mi pecho, niña, pon tu mano.
¿No sientes dentro lúgubre inquietud?
Es que en el alma llevo un artesano
que se pasa clavando mi ataúd.

Trabaja sin descanso todo el día;
y en la noche trabaja sin cesar;
que acabes pronto, maestro, mi alma ansía,
y me dejes en calma descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario