Hay muchas cosas que sigo preguntándome sobre temas que podrían verse como trascendentales e irrelevantes.Pero reconozco que la atmósfera de mi sociedad actual es pesada, y no puedo evitar formularme muchas preguntas relacionadas con todo esto. Tratando de encontrar una pregunta lógica para luego descubrir una respuesta ante ello. Una respuesta que tal vez no cambie nada del rumbo de las cosas, pero sí que me sosiegue la mente.
Percibo un persistente vacío ante el mundo en el que vivo. Una atmósfera soporífera, artificial...
Veo el camino que llevan las personas a lo largo de su vida y de sus años, ya sea la adultez, vejez o juventud. O incluso todo. Y solo puedo ver una fotografía en blanco que va convirtiéndose en un color ceniza, cada vez más apagado, hasta volverse totalmente negro.
Nacemos siendo nada, y morimos siendo nada. Y esto no es un concepto nuevo, sino que el concepto que trato de mostrar, es la causa y efecto. La falta de vida en la propia vida, la falta de esencia.
Una rueda de producción en fábrica masiva dirige nuestras vidas en nuestra más temprana edad, para luego llegar a la juventud. Los inicios de la etapa más superficial e incluso artificial. Puede que no la mayor, pero sí la que da paso a los inicios. Sí, el comienzo de una vida sin esencia.
La gente de mi generación es todo productos en sucesión y en proceso, siendo moldeados a base de la contaminación del entorno y de cómo reaccionan ante tal toxicidad. No hay dos productos iguales, pero sí muchas similitudes.
El tipo de reacción de éstos ante la contaminación del ambiente, es aún un misterio para mí. Pueden influir tantas cosas, tantas moléculas, que solo se puede suponer al intentar encontrar un por qué.
![Resultado de imagen de factory fog](https://cdn.shutterstock.com/shutterstock/videos/8555545/thumb/1.jpg?i10c=img.resize(height:160))
Sí es cierto que muchas veces las reacciones ante la contaminación y la forma de fábrica de moldeado, pueden ser inconexas entre sí, tratando la composición del producto de compensar reacción y moldeado para no sufrir brusquedades en su anatomía.
Pero por desgracia, ante esa desvinculación de compensación de valores, el producto sufre daños. A veces irreversibles. A veces y si hay suerte, daños convertidos en escudo de protección ante futuras heridas. A veces...suponiendo casi la destrucción del mismo. Y a veces también...una evolución en su química. Un renacer.
A base de estas reacciones y de los moldeamientos, llegamos a la adultez. Dirigimos una pequeña parte de nuestro recorrido, pero siempre en los caminos de la rueda de producción. Siempre con las mismas pautas, los mismos pasos, los mismos recorridos... Hasta llegar a una fase donde el producto, que es un resultado de su fase de moldeado, llega a un estado equilibrado. Constante. Monótono. Guiado por los mecanismos de la fábrica, sin salirse de la rueda de la vida.
Después de un tiempo, el susodicho producto se empieza a deteriorar, a debilitarse, quebrarse y marchitarse. Hasta llegar a la nada de nuevo. De donde nació.
Veo mucha toxicidad en mi atmósfera más cercana. Algo tan pesado e invisible, que muy pocos podemos percibirlo, pero que nos hace daño. Una incomodidad latente en nuestros adentros, que nos hace incapaces de exteriorizarlo lo suficiente como para cambiar toda la rueda de producción. Algo que nos hace querer cambiar el aire y el rumbo de nuestras vidas antes de que sea demasiado tarde y nos volvamos tan rígidos que solo podamos dejarnos llevar... Convertirnos no en un simple objeto de la vida, sino en algo distinto. Algo que provoque un sentimiento, un cambio, una esencia.
Y si no podemos cambiar la dirección de la fábrica, por qué no empezar por nosotros?
Es posible que la poderosa fábrica de la vida intimide, pero recuerda...la fábrica no existe si tú no estás. Por que recuerda que es la misma contaminación, pero distintas reacciones. Recuerda que no es tarde. Sé cauteloso, y recuerda que la fábrica puede seguir sin tí, pero tú no puedes seguir sin ella.
Entonces, cuando llegue el momento adecuado moldea tu camino, dirige tu propia dirección. Dale color, olor, sonido,sentido, sabor... Pero sobre todo dale los tuyos propios. Y que todo ello sea tu dirección de vida en vez de la rueda de producción. Que tu propia dirección, sea solo tu esencia,que tu camino seas tú.
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