jueves, 24 de septiembre de 2015

Ella es viento y percusión

Ella ha despertado en mi interior un sentimiento de amistad, una luz,un sentimiento de extraña dependencia  a compartir momentos. 

Ella es viento, pero sobre todo percusión. Toca un sinfín de instrumentos (entre ellos guitarra acústica y batería). Cuando les toca se envuelve en la música y esta se torna hipnotizante para quien la escucha, y las notas salidas de sus adentros son dulces y melódicas.

Ella, que tanto me ha ayudado con su filosofía de vida, con su música distraía a los demonios de mi cabeza, con su risa despertaba la mía tímida y apagada, con su su ayuda la sábana rota de mi alma se cosía letamente

martes, 22 de septiembre de 2015

La nieve del verano

Recorres el maravilloso follaje de Burgos que tanto te relaja.La nieve del verano, o coloquialmente las pelusitas que los árboles desprenden, caen levemente por todas partes dejando una alfombra blanca de puro algodón. Las plantas se sumen entre ellas, al igual que el aire las transporta como luciérnagas puras sin luz. ‘’ Parece estar nevando’’, te dices a ti mismo.
Sigues recorriendo el camino y observando como si estuvieses en una feria de libros, observando cada planta, cada flor rosada, cada pequeño detalle de ese atardecer de color anaranjado a las siete en punto. Puedes percibir las hojas mecerse unas contra otras con ese sonido hipnótico tan parecido al de una cascada infinita. La luz de pronto se alza y se baña en la frondosa hierba y en su nieve veraniega; el viento se siente celoso de la belleza que este crea y levanta de un mágico movimiento a todas las bolitas blancas iluminadas de color dorado.
Y así, las hojas, el viento, la luz y la nieve de esa tarde de verano de mayo, todos los elementos se comprometieron para formar la perfección en sí misma.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Esencia

Me gusta salir a la ventana de la terraza y contemplar todo. Sentir como el aire mueve los cabellos sueltos de mi coleta despeinada y la forma en que me acaricia la cara con su suave frialdad y delicadeza. El canto de los pájaros aún se oye a pesar de ser diciembre; pero es una mañana tranquila, por eso las notas se mecen en el aire al son del tintineo lejano de las hojas caídas por el suelo.

El cielo está cubierto de un gris uniformemente hermoso, y la sequedad del ambiente y la estabilidad de la temperatura hacen que sea agradable asomar la cabeza por la ventana para contemplar el paraje urbano. 
Cierro los ojos y puedo oír como de vez en cuando los coches ahogan el trino de los pájaros, cojo aire y puedo sentir y percibir todo a través de él. Es como meter dentro de ti un trocito de ese instante, coger todo movimiento, todo sonido, toda sensación. El aire se adentra en mis pulmones y noto su recorrido limpio y seguro, y entonces me siento un poco más viva… He de decir que todo ello parecía melancólico, para cualquier persona lo sería simplemente al observar ese cielo, pero a decir verdad a mi me parecía algo sutil, delicado, hermoso. Es como si una parte de mi alma se hubiese manifestado en el tiempo atmosférico, empapando hasta los sonidos matutinos con un toque personal. Melancólico, algo apagado, pero no del todo oscuro.

La verdad, es realmente bello si escuchas y prestas atención a los pequeños detalles que para cualquiera pasan desapercibidos. Solo así conocerás la verdadera esencia de todo lo existente.


domingo, 20 de septiembre de 2015

Ella,mi chica revolucionaria


Ella,mi chica revolucionaria; tan cambiante a veces,tan increíble a la vez. La que revoluciona mi interior y hace sentir mariposas en mi estómago, la que ha hecho crecer flores entre mis pulmones y hacer fuertes las raíces en el corazón.

Ella,mi chica revolucionaria; la que con esos ojos es capaz de pintar cuadros de mis sentimientos entre mis costillas y mi cintura, la que con su voz y sus palabras desarma los esquemas de mi tristeza.

Mi chica revolucionaria, déjame  sumergirme en tus ojos color cielo para sumirme en ellos y beber todas tus lagrimas saladas que tan poco te mereces, pero que tanto dejas que se desborden en la presa de tu corazón.

Mi chica revolucionaria, tu risa son los trinos de los pájaros cuando se alza el sol por la mañana, es tranquilizadora como estar entre tus sabanas plácidamente dormida a tu lado.

Mi chica revolucionaria, tus besos son el sabor de la felicidad pura que tanto me falta, son la vitalidad de un adolescente inquieto.

Mi chica revolucionaria, tus caricias son la brisa marina en un atardecer, el tacto de las sábanas limpias llamándote a dormir, son el sueño mas bonito que podría tener...

Sentir la lluvia

Unos dicen que la lluvia es triste, otros que da mal humor y estrés, pero es realmente hermosa.

Observa: las nubes dejan caer miles de gotas de lluvia cristalinas que llegan a tus pestañas al levantar tu cabeza hacia el cielo, al pelo que se alisa y a tu piel que se hidrata.
Los colores son más intensos a pesar de las nubes grises. Las gotas dejan ver miles de ondas al colisionar contra el suelo o en los cristales del coche en el que vas conduciendo.

Escucha: cierra los ojos, puedes sentir el mágico e hipnotizante sonido de la lluvia. Tan único y relajante a la vez…

Huele: despierta tu sentido del olfato y nota cómo el olor a humedad, agua, hierba mojada, tierra…entra dentro de ti.

Siente: siente cómo las gotas de lluvia caen sobre tu abrigo, tu brazo descubierto y sobre el paraguas en el que te proteges.

Después detente en cualquier lugar: observa, huele y escucha al mismo tiempo para poder sentir la lluvia.

La magia otoñal ha despertado en Burgos

El otoño despierta en Burgos entre los meses de octubre y noviembre.

Las calles se tiñen de tonos dorados y castaños, quedando algún que
otro brote verde entre las húmedas hojas de los árboles, esos centenarios que nos regalan el oxígeno para vivir y que se muestran de la forma más hermosa durante esta estación.
Los trinos de los pájaros aún pueden oírse en días poco ventosos, y si no es así, nuestro más frío pero conocido amigo burgalés, el viento (llamado por algunos burgaleses ‘’el Norte’’ o ‘’El Cierzo’’) se pondrá en movimiento recorriendo la ciudad, azotando nuestras bufandas y fulares.

Los débiles y tardíos rayos de luz se avistan dificultosamente entre los recovecos de la abundancia de hojas sin caer; y por todos los caminos se extiende una espesa alfombra del color del sol y del caramelo más dulce.
Los días lluviosos de esta tercera estación del año también son hermosos, días en los que caen numerosas gotas de agua pura como cristales fundidos en forma de espejo redondo, en el que se refleja de forma paralela el manto grisáceo de donde se han formado. Estas, a modo de carrera y a contrarreloj, recorren todo lugar que esté a su paso, dando brillo e intensidad al color de la vegetación otoñal. Incluso las hojas secas del marrón más desvaído brillan sin haber rayo de sol alguno.

El otoño da vida a todo lo que nos rodea, empapa nuestro ambiente de algo especial, y aunque sea como el fin del color y de la vida, (ya que da entrada al viejo y aletargado invierno) afortunadamente se repite cada año de forma cíclica.

Esta estación es digna de calificarse como mágica