miércoles, 17 de octubre de 2018

Qué importa

                                                     Qué me importa ser un petirrojo,
                                                      si de sueños estoy cojo.
Qué me importa ser del color del fuego,
si por dentro soy azul.
Qué importa saber volar,
si mis quebradizos huesos me impiden planear.
Qué importa que mis ojos brillen,
si por dentro están vacíos.
Qué importa que escriba,
si todo queda en el olvido.
Qué importa que caiga,
si ya estoy caído.
Qué importa hundirme en la tierra,
si ya estoy muerto y raído.
Qué importa mi presencia,
si soy menos que mi sombra sin esencia.
Qué importa, si ya no importa nada.
Qué importa dejar de ser,
                                                      si ya no seré lo que he sido.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Plumas de sangre

Soy ese débil petirrojo
al que le pesa la tristeza,
al que le aplastan esos antojos
de felicidad que nunca llega.

Mientras me desvanezco en el suelo
observando mi soledad en agonía,
veo poemas caer en mis ojos de melancolía
y en mis plumas sangra el desconsuelo.


Sal de alma

El mar se vuelve tortuoso,
el dolor demasiado pegajoso;
tanto que no lo puedes aguantar.
Se juntan fuertes olas,
y solo estáis tú y tu bote a solas,
y ya nadie te puede salvar...

Se juntan la espuma con la arena,
la lluvia con el sol;
el viento con la sal;
y el torbellino sin querer frenar.

¿Y si el torbellino viene de mi alma?
¿Y si nunca encontraré la calma?
¿Y si no sabré qué hacer
cuando quiera perecer?

Puede que solo quiera hundirme,
puede que sea lo que deba hacer.
Puede que sea mi destino pertenecer
al océano de lagrimas que sembré.